miércoles, 26 de octubre de 2011

¡Miau!

Los diferentes niveles del lenguaje que aparecen a lo largo de las obras de Valle: rimas interiores, cultimos, coloquialismos, vulgarismos, palabras de argot, gitanismos, gallegismos, deformación de términos comunes, etc., caracterizan a sus distintos personajes, a través de los cuales, no sólo con lo que dicen, sino con lo que son, se plasma la más extravagante y auténtica vida de la sociedad española de principios del siglo XX.

El lenguaje del esperpento, fue un estilo propio que renovó el lenguaje teatral de su época, aunque se basara en elementos ya existentes en el teatro español.

Tras leer "Luces de Bohemia" por primera vez, llamó nuestra atención una expresión que se reitera a lo largo de la obra y que también encontramos en "Los cuernos de Don Friolera" (una de las obras recopiladas en "Martes de Carnaval").

Es la expresión: "¡MIAU!", que, además de ser la onomatopeya del maullido de un gato, tiene otras connotaciones dentro del lenguaje esperpéntico de Valle-Inclán.

Al principio se puede pensar que es la expresión de un personaje en concreto y que lo va a caracterizar a lo largo de la obra, sin más pretensiones. No obstante, no es así, ya que es utilizada por diferentes personajes a lo largo de las obras. En "Luces de Bohemia", en cuestión: por Un Borracho, Don Latino y El Pollo. Por tanto, es una expresión que no define a un personaje, sino que tiene validez por si misma a lo largo de los diferentes diálogos.

También, a primera vista, puede parecer una expresión sin sentido en el contexto escénico en el que se encuentra o dicha por uno de los personajes. No es de extrañar en el esperpento, ya que los personajes utilizan deformaciones idiomáticas que no son las habituales en el lenguaje pulcro del modernismo.

Así las cosas, nuestra propuesta de significado se basa en la propia interpretación dramática del texto de Valle. Según la edición de Alonso Zamora Vicente de "Luces de Bohemia", el término equivale a una negación con matices de burla y desconfianza. Ahora bien, desde nuestro punto de vista es un término con un significado que trasciende de la negación o la burla, y más aún en la obra de Valle-Inclán. Es decir, es una expresión mucho más compleja que la simple negación, tiene matices y significados variables y, en cualquier caso, es una manifestación espontánea muy propia y característica del lenguaje valleinclanesco.

La expresión "¡MIAU!" animaliza a los personajes, dotándoles de características propias de los felinos. Animales callejeros, espabilados, traidores, desconfiados; animales vinculados a la magia, a lo esotérico y a la fantasía, almas vigilantes, sombras de la noche, vagabundos callejeros entre el cielo y el infierno con sus siete vidas.

"Séptimo Miau", así apoda Valle a Lucero, personaje de "Divinas palabras", con una metáfora de su vida y de su persona. Siete vidas tiene un gato y el "Compadre Miau" ya va por la séptima...

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